lunes, 27 de julio de 2015

SINDICALISMO CLASISTA

  De claro y sencillo


Oscar Alarcon Delgado
marchaOscar Alarcón Delgado
El sindicalismo clasista no sólo es un discurso, es fundamentalmente una conducta, un comportamiento, basado en el reconocimiento que entre obreros y capitalistas no existen intereses comunes; en el fondo tienen relaciones irreconciliables; además los sindicalistas clasistas reconocen que la contradicción fundamental del sistema capitalista se expresa  entre producción social y el carácter privado de propiedad de los medios de producción. Esos intereses en pugna se denomina lucha de clases.
Inicialmente las sociedades humanas tenían relaciones de cooperación, todo en común (comunismo primitivo) y la lucha de clases aparece cuando nacen relaciones de explotacion como en el sistema esclavista que fue sustituído por la rebelión de los esclavos para dar paso a un nuevo sistema, el feudal, abolido por los siervos o campesinos y las revoluciones burguesas.
Carlos Marx al analizar el fenomeno de la revolución industrial y el nacimiento del capitalismo concibió a la clase obrera como su sepulturero. En consecuencia el sindicalismo clasista es antisistema, porque para existir el capitalismo se nutre de la explotación de los trabajadores y éstos luchan por establecer un nuevo orden basado en nuevas relaciones de producción social y de propiedad social, para desaparecer dicha explotación.
Los sindicalistas clasistas se distinguen de otras corrientes sindicales, no solo por sus valores (unidad, consecuencia, independencia, democracia, solidaridad), no solo porque luchan por reivindicaciones  económicas (mejor distribución de la riqueza), sino también combaten en el plano político (poder para la clase trabajadora y el pueblo) y en plano ideológico (no son “colaboradores”, no son “recurso humano” o “capital humano”, son trabajadores y constituyen un potencial humano, por ejemplo).
Es cierto que los capitalistas explotadores tienen el poder económico, con el que someten al poder político (Confiep controla al gobierno); pero los trabajadores cuentan con un gran poder, ese poder está en el volumen (cantidad) millones de trabajadores pero a condición de construir su unidad (calidad). Para ello se necesita la maduración de la conciencia de clase, para convertir a la clase trabajadora en sí en clase trabajadora para sí mediante la formación y la acción sindical, politica e ideológica.
Los capitalistas ejercen su dominio mediante 1) la educación oficial (no enseñan derechos sino a obedecer, no quieren ciudadanos sino consumidores), 2) los medios de comunicación masiva (para torcer la verdad, manipular las conciencias y hacer creer que lo bueno para los explotadores es bueno para todos), 3) la religión, como siempre llama a la resignación frente a la explotación a cambio de ser premiados o condenados después de muertos (si te rebelas contra el sistema vas al infierno y si eres servil, patronal vas a la gloria) y 4) los aparatos represivos (ejército, policía) y las leyes.
Finalmente, los sindicalistas clasistas luchan por mejores condiciones de salario de vida y de trabajo para todos los trabajadores (urbanos, rurales, del sector privado y público, asalariados y por cuenta propia); es decir para todo el pueblo; pero sus mejores cuadros, los que más destacan no se estacionan en la lucha puramente sindical o reivindicacionista; se incorporan libre y voluntariamente al partido de los trabajadores para luchar por cambio del sistema de explotación capitalista en un nuevo sistema sin explotación del hombre por el hombre.
José Carlos Mariátegui creó los dos instrumentos de lucha para la clase obrera y para todos los explotados en general: la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y el Partido de los trabajadores, inicialmente denominado socialista y después comunista.
Así, de claro y sencillo.

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